"El Bien Común de los pueblos a mi mando es el más sagrado de los deberes. Los Hombres no viven de ilusiones sino de hechos"
General José de San Martín

La Asociación Cultural Sanmartiniana San Juan en Imágenes

Rutas Sanmartinianas

Introducción:
El cruce de la cordillera de los Andes por parte del Ejército Libertador ha sido objeto de estudio de casi todos los historiadores argentinos y de muchos extranjeros, ya que constituye en sí mismo uno de los hechos más relevantes de la historia universal. El historiador sanmartiniano José Pacífico Otero, lo consideró como una de las "páginas más luminosas en la historia de América", a la vez que este acontecimiento, "representa el esfuerzo más genial y dinámico en la lucha por la libertad Sudamericana".

Personal Militar y Civil de la Sección Inteligencia "SAN JUAN" durante el año 2004 y 2005, realizaron una investigación histórica utilizando la teledetección (técnica de interpretación de información satelital), con la finalidad de poder demarcar las rutas utilizadas por cada columna del ejército libertador. Para este fin se tuvo en cuenta las correspondencias personales, las órdenes impartidas, la cantidad de personal que se iba incorporando sobre la marcha, los tiempos utilizados en la travesía, la cartografía histórica en comparación con las actuales, estudios geográficos militares, reconocimientos del terreno, entrevistas a baqueanos, análisis e interpretación de las imágenes satelitales y distinta información suministrada por la Compañía de Inteligencia Geográfica, a través de la base de datos del Sistema de Información Geográfico del Ejército Argentino (SIGEA). El producto final de esa investigación es un CD interactivo y un libro denominado "San Martín y el Cruce de los Andes".

El presente trabajo consiste en un resumen de dicha investigación histórica.

DESARROLLO

El Plan Sanmartiniano contemplaba la marcha hacia Chile de seis columnas diferentes que debían desplazarse por distintos caminos y con objetivos y funciones muy disímiles: unas tenían que liberar provincias enteras, tanto en el sur como en el norte del país hermano, otras tenían como misión esencial confundir al enemigo y obligarlo a dividir sus fuerzas, y una de ella tenía por objetivo dirigir el ataque principal y ocupar la capital chilena.

Todas las columnas que cruzaron la cordillera regularon su marcha por etapas, estando éstas determinadas fundamentalmente por la existencia de agua y pasto entre un punto y otro, para satisfacer las necesidades de los expedicionarios y sus animales. Esto implicaba, que las distancias a recorrer no siempre eran uniformes, siendo algunas más extensas que otras. Las dificultades de cada etapa tenían que ver, sobre todo, con lo escabroso del terreno, por lo que a veces una etapa era corta en distancia pero sumamente lenta en recorrer por las dificultades que presentaba el terreno montañoso.

El resultado de todo esto implica, que en algún momento se completaba la marcha a las 17 horas, a las 20, a las 23 o más tarde aún, iniciándose las actividades del día siguiente con las primeras luces de la madrugada.

Las etapas cortas o largas, abruptas o más llanas, estaban reguladas para el grueso de los soldados que componían el ejército, pero habían también hombres muy capaces, muy conocedores del camino de marcha y montando animales de excelente calidad, que podían recorrer las distancias en tiempos considerablemente más cortos. Era el caso de los correos, que llevaban informes y órdenes de la vanguardia a la retaguardia o viceversa, entre las cuales podían haber varios días de marcha. Los correos fueron eficaces cumpliendo silenciosamente y con toda puntualidad, las órdenes más complejas.

El secreto era otro de los elementos esenciales del plan, tanto en las direcciones a seguir por cada columna como en sus misiones reales. El plan en su conjunto sólo era conocido por San Martín y sus más íntimos colaboradores.

San Martín, concentró a la mayoría de sus fuerzas en el campamento El Plumerillo, ordenando realizar los movimientos de las tropas acantonadas en las ciudades de San Juan y de San Luis hacia Mendoza, en donde reunió a sus fuerzas y otros medios para iniciar con posterioridad los movimientos.

Las fuerzas que integraron la División de la Rioja y de la División San Carlos son las únicas que no concentraron en el campamento El Plumerillo, y si bien la División Norte de San Juan y la División Sur de Mendoza sí lo hicieron, rápidamente fueron desplegadas hacia lugares distantes para favorecer la dispersión de las fuerzas realistas.

Todas las columnas formaron parte de un gigantesco rompecabezas, cuya organización y camino de marcha fue el siguiente:

División Norte San Juan 

a. Organización:
Jefe: Teniente Coronel D. Juan Manuel Cabot.
Infantería: 40 soldados de los Batallones 7 y 8.
Caballería: 20 Granaderos a Caballo.
Artillería de montaña: 2 piezas.
Milicianos sanjuaninos: 80 hombres.
Milicianos chilenos: 50 hombres.
Voluntarios que se incorporaban durante la marcha:
- En territorio argentino: 610 hombres.
- En territorio chileno: se aprecia en miles.
b. Camino de Marcha: campamento El Plumerillo, Ciudad de San Juan, Las Tapiecitas, Travesía de la Jarilla, Quebrada de Talacasto, Pismanta, Antecristo, Quebrada de San Lorenzo, Valle de los Patos Norte, paso internacional de Guana, Valdivia, Monterrey, Salala, Sataqui, La Serena y Coquimbo.

Columna Principal Los Patos

a. Organización:
General en Jefe del Ejército de los Andes, Coronel Mayor Don José de San Martín
Jefe de la Vanguardia y del Estado Mayor: Brigadier D. Estanislao Soler.
Jefe del Grueso: Brigadier D. Bernardo O´Higgins.
Batallones de Infantería: 1, 7 y 8 (disminuidos).
Caballería: Regimiento de Granaderos a Caballo (disminuido).
Artillería: 9 piezas.
Hospital Móvil de Campaña, Parque y Maestranza
b. Camino de marcha: campamento El Plumerillo, El Jaguel, Las Higueras, El Carrizal, Las Cuevas, El Yalguaraz, Estancia Los Manantiales, Valle de los Patos Sur, límite internacional por los pasos Valle Hermoso y de Las Llaretas, Las Achupallas, San Antonio de Putaendo y San Felipe.












Autores: Licenciado Edgardo Sergio Mendoza y Mayor Claudio David Monachesi.